
El peering en América Latina enfrenta retos técnicos, regulatorios y de infraestructura, pero también abre oportunidades clave para 2025. Este artículo analiza la evolución, beneficios y obstáculos del peering, así como su impacto en la conectividad digital, las economías regionales y el rol estratégico de empresas como Ufinet.
En los últimos años, el crecimiento exponencial del tráfico de datos en América Latina ha puesto sobre la mesa la necesidad de reforzar los esquemas de interconexión. En este escenario, el peering se ha convertido en una herramienta estratégica para mejorar el rendimiento de la red, reducir la latencia y aumentar la eficiencia operativa. Aunque no es un concepto nuevo, el peering adquiere una relevancia particular en 2025, cuando la demanda de conectividad de calidad es mayor que nunca debido al avance del streaming, el gaming, el trabajo remoto y las soluciones cloud empresariales.
A lo largo de este blog, abordaremos de forma clara y completa los principales aspectos que rodean al peering en la región: desde su definición básica hasta sus diferencias con el tránsito IP, pasando por los tipos de acuerdos más comunes, los beneficios técnicos y económicos, y las implicaciones en la experiencia del usuario final. Además, analizaremos los desafíos actuales del peering en América Latina, las oportunidades que se abren en los próximos años y el papel que empresas como Ufinet están desempeñando para impulsar su adopción. Ya seas parte de un ISP, un operador mayorista, una empresa de tecnología o simplemente alguien interesado en comprender cómo fluye el internet, este contenido te servirá como una guía integral para entender el presente y futuro del peering.
Peering en LATAM: contexto actual y evolución
Durante la última década, el peering en América Latina ha pasado de ser un concepto poco explorado a convertirse en un componente fundamental de la conectividad regional. En los primeros años, la infraestructura limitada y la escasa presencia de Internet Exchange Points (IXPs) dificultaban los acuerdos de interconexión directa. Esto obligaba a muchos operadores a enrutar su tráfico fuera del continente, elevando los costos y afectando la experiencia del usuario. Sin embargo, el crecimiento del consumo digital, impulsado por el streaming, el e-commerce y la transformación digital, obligó a los actores del sector a buscar soluciones más eficientes y sostenibles.
Hoy, el panorama es muy distinto. El aumento de la capacidad de red, la expansión de los IXPs y una visión más colaborativa entre proveedores han impulsado el desarrollo del peering en varios países de la región. Aunque persisten desafíos (como la desigualdad en la distribución de infraestructura o los marcos regulatorios dispares), el peering ya no se percibe como una opción técnica marginal, sino como una necesidad estratégica. Cada vez más operadores, empresas tecnológicas y proveedores de contenidos reconocen su importancia para garantizar una conectividad más rápida, económica y estable dentro de América Latina.
Peering en LATAM: principales desafíos técnicos
Uno de los mayores retos que enfrenta el peering en América Latina es la desigualdad en la infraestructura técnica entre países y regiones. Mientras que algunas capitales cuentan con nodos de interconexión modernos y alto tráfico, en zonas rurales o ciudades medianas la presencia de IXPs es mínima o inexistente. Esto obliga a que el tráfico viaje distancias innecesarias, elevando la latencia y los costos operativos. Además, muchas redes aún operan con equipos antiguos que no soportan configuraciones avanzadas de peering, lo que limita la calidad de la interconexión y obstaculiza el crecimiento de acuerdos eficientes.
Por otro lado, la escasez de talento técnico especializado complica aún más el escenario. A pesar de los avances en conectividad, muchas organizaciones carecen de personal con experiencia en políticas de ruteo, configuraciones BGP o gestión de sesiones de peering. A esto se suman limitaciones de ancho de banda en varios tramos troncales de red, lo que genera cuellos de botella que afectan la estabilidad del servicio. En este contexto, resolver los desafíos técnicos del peering implica no solo inversión en tecnología, sino también una apuesta por la capacitación continua del capital humano y una mayor colaboración entre operadores, gobiernos y comunidades técnicas.
Peering en LATAM: barreras regulatorias y políticas
A pesar del avance en infraestructura, el peering en América Latina aún enfrenta restricciones significativas impuestas por marcos regulatorios desactualizados o poco claros. En varios países de la región, la legislación en telecomunicaciones no contempla explícitamente los modelos de interconexión abierta, lo que genera incertidumbre legal para los proveedores que desean establecer acuerdos de peering. Además, en algunas jurisdicciones, los trámites burocráticos, la ausencia de incentivos fiscales y la falta de políticas públicas enfocadas en promover IXPs nacionales o regionales ralentizan el crecimiento de estas iniciativas.
En contraste, otras economías que han priorizado la conectividad como motor de desarrollo digital muestran que el diseño de regulaciones más flexibles y técnicas favorece el ecosistema de peering. Por eso, es fundamental que los entes reguladores comprendan la importancia de facilitar entornos donde operadores, CDNs y proveedores puedan intercambiar tráfico de manera eficiente, segura y neutral. Una política pública bien diseñada no solo reduce costos de conectividad para las empresas, sino que también mejora la experiencia de los usuarios finales al impulsar redes más descentralizadas y resilientes.

Peering en LATAM: impacto en economías digitales
El desarrollo de las economías digitales en América Latina está estrechamente ligado a la eficiencia y expansión del peering entre redes. Cuando los datos pueden viajar de forma directa entre proveedores de contenido, plataformas digitales y operadores locales, se reduce notablemente la latencia, mejorando así la experiencia en servicios críticos como el comercio electrónico, el streaming, la banca digital y las plataformas fintech. Esta menor fricción en el flujo de datos también habilita nuevas oportunidades para pequeñas y medianas empresas, que dependen de conexiones estables y veloces para competir en mercados regionales e internacionales.
Por otra parte, el peering también contribuye a disminuir los costos de conectividad para los proveedores, lo cual puede traducirse en mejores precios para los usuarios y mayor acceso a servicios digitales. En regiones donde el ancho de banda es limitado o costoso, contar con acuerdos de peering locales evita que el tráfico tenga que salir del país, lo que no solo mejora el rendimiento, sino que también fortalece la soberanía tecnológica. En este contexto, impulsar políticas de interconexión abierta y apoyar el crecimiento de IXPs es una estrategia clave para que las economías digitales latinoamericanas sean más competitivas, resilientes y sostenibles.
Peering en LATAM: oportunidades de expansión regional
El crecimiento del peering en América Latina presenta una oportunidad estratégica para fortalecer la conectividad regional de cara a 2025. Países como Brasil, México, Colombia y varios de Centroamérica han comenzado a invertir con mayor fuerza en infraestructura de fibra óptica y en la creación de nuevos puntos de intercambio de tráfico (IXPs), lo que amplía las posibilidades de interconexión directa entre actores clave. Esta expansión no solo mejora la eficiencia del tráfico de datos, sino que también abre las puertas a modelos de colaboración más flexibles entre ISPs, empresas de contenido y proveedores de servicios en la nube.
A medida que la demanda de servicios digitales crece, también lo hace la necesidad de escalar el peering hacia zonas que antes no formaban parte del ecosistema. Regiones rurales, secundarias o fronterizas están comenzando a atraer inversiones para cerrar brechas de conectividad, lo cual también representa una ventaja competitiva para operadores dispuestos a expandir su huella. Además, el aumento de tráfico por plataformas de streaming, educación virtual y soluciones de nube en la región hace que el peering deje de ser un lujo técnico y se convierta en una necesidad comercial urgente. Esta realidad marca un camino claro: quienes apuesten por una estrategia sólida de interconexión regional estarán mejor posicionados para liderar el mercado digital latinoamericano.
Peering en LATAM: cómo Ufinet impulsa la conectividad
La presencia de Ufinet en el ecosistema de peering en América Latina ha sido clave para acelerar la interconectividad en la región. Como proveedor mayorista con más de 25 años de experiencia, Ufinet no solo ofrece infraestructura robusta de fibra óptica, sino que también ha desarrollado alianzas estratégicas con múltiples IXPs regionales. Esta combinación le permite facilitar acuerdos de peering efectivos, estables y con gran cobertura geográfica, lo que beneficia directamente a operadores, CDNs y empresas que buscan optimizar sus rutas de tráfico.
Gracias a su red de más de 100,000 kilómetros de fibra desplegada y a su presencia activa en más de 17 países, Ufinet reduce significativamente la latencia entre redes, mejora la resiliencia de los servicios digitales y permite que sus clientes accedan a múltiples puntos de intercambio desde una sola conexión. Además, al promover un modelo de peering abierto y seguro, ayuda a reducir costos operativos y a impulsar la eficiencia técnica en ambientes altamente demandantes. Esta capacidad de conectar ecosistemas locales con el tráfico global convierte a Ufinet en un actor indispensable para escalar la conectividad digital en América Latina.