La seguridad empresarial actual depende de la infraestructura de Internet debido a la expansión del cloud computing y el trabajo remoto. Este artículo examina cómo la conexión dedicada y la gestión del perímetro son fundamentales para mitigar riesgos. El lector encontrará estrategias para defenderse contra amenazas modernas, como ataques DDoS, destacando el valor de la resiliencia de red y la fibra oscura.
En el ecosistema empresarial contemporáneo, la conectividad se ha consolidado como el pilar fundamental de la operación diaria. Desde las transacciones financieras sensibles hasta la comunicación unificada y los sistemas de planificación de recursos empresariales, todo depende de una conexión a la red fiable. Sin embargo, esta dependencia creciente en el flujo constante de información a través de la red implica la aceptación de riesgos inherentes y cada vez más complejos. La Internet es hoy el principal vector de amenazas, siendo el punto de entrada más frecuente para ataques cibernéticos, pero, irónicamente, también es la herramienta más poderosa para la defensa si se implementa correctamente y con la infraestructura adecuada.
Para las empresas modernas, la seguridad ya no es una capa adicional de software o un simple antivirus, sino un componente intrínseco de la infraestructura de Internet que debe ser diseñado desde el inicio. Abordar los retos de ciberseguridad requiere un enfoque proactivo, multicapa y escalable, comenzando desde la calidad y el diseño del enlace de Internet que conecta el negocio al mundo. Las soluciones actuales se centran en la resiliencia de la red, en el control total del tráfico y en la capacidad de respuesta inmediata ante cualquier incidente que comprometa la Internet empresarial.
Internet: El crecimiento del tráfico y la superficie de ataque
La migración acelerada de los sistemas, aplicaciones y datos sensibles a la nube (cloud computing) ha redefinido radicalmente el perímetro de seguridad corporativo. Atrás quedaron los días en que bastaba con proteger el firewall físico ubicado en el centro de datos de la oficina principal, pues ahora el perímetro está en todas partes. Con el trabajo remoto masivo, la colaboración en línea y la adopción de servicios SaaS, el volumen de tráfico de Internet que maneja una empresa ha crecido exponencialmente.
Esto, a su vez, ha expandido lo que los expertos en seguridad llaman la «superficie de ataque» de una empresa. Cada nuevo punto de acceso a Internet, ya sea un empleado en casa, una sucursal remota, un servidor en la nube o un dispositivo IoT en una planta de producción, representa una potencial vulnerabilidad crítica. Por esta razón, el aumento constante en el tráfico de Internet exige soluciones de seguridad que no solo sean robustas, sino también altamente escalables y, necesariamente, descentralizadas para proteger los datos. La protección efectiva debe extenderse hasta el punto de origen de la conexión de Internet, integrándose con la infraestructura del proveedor de servicios.
Internet: Riesgos asociados a la conexión remota no segura
La proliferación del home office y el modelo híbrido introdujo nuevos desafíos de seguridad difíciles de controlar y auditar para los equipos de Tecnologías de la Información. Los empleados a menudo utilizan conexiones de Internet residenciales y routers domésticos que carecen de los protocolos de seguridad de grado corporativo y que pueden ser un eslabón débil para el ingreso de amenazas. Las redes privadas virtuales (VPN) son un primer paso de seguridad necesario para cifrar el tráfico.
No obstante, si la conexión inicial a Internet del hogar no está adecuadamente monitoreada o si el dispositivo personal del empleado está comprometido, la VPN puede ser vulnerada indirectamente. El tráfico corporativo de Internet que pasa por estos enlaces caseros corre un alto riesgo de interceptación, fuga de datos o introducción silenciosa de malware en la red principal de la empresa. Es vital que las empresas implementen soluciones de seguridad perimetral que se extiendan virtualmente (como el modelo Zero Trust o SASE). Esto asegura que la calidad y el control sobre el acceso a Internet no dependan del entorno físico, sino de la autenticación rigurosa de identidad y dispositivo.
Internet: La conexión dedicada como primera línea de defensa
Frente a la complejidad y la virulencia del entorno de amenazas, la calidad y el diseño del enlace principal de Internet se convierte en la primera y más sólida línea de defensa activa. A diferencia de las conexiones compartidas o best effort, un enlace de Internet dedicado (como la fibra simétrica de alta disponibilidad provista por operadores mayoristas como Ufinet) ofrece un control superior, una latencia predecible y una garantía de rendimiento. Este tipo de conexión garantiza un ancho de banda reservado y constante, sin fluctuaciones.
Esto es esencial para el rendimiento óptimo de las herramientas de seguridad avanzadas que requieren inspeccionar grandes volúmenes de tráfico de Internet (Deep Packet Inspection) sin sufrir degradación del servicio o latencia. Un enlace de Internet dedicado permite a la empresa tener un mayor Service Level Agreement (SLA) y una ruta de tráfico clara y menos congestionada, simplificando la aplicación de políticas de seguridad. La fibra dedicada es la base fundamental de una estrategia de seguridad Internet proactiva, ya que proporciona un punto de entrada controlado para todo el tráfico.
Internet: El control de acceso y la gestión del perímetro
La seguridad moderna se basa en la filosofía del Zero Trust, que implica no confiar en nadie ni en nada, incluso dentro de la red corporativa, hasta que se demuestre su identidad. Esta exige verificar a cada usuario y dispositivo que intenta acceder a la red, sin importar su ubicación geográfica. La gestión eficiente del perímetro, en el contexto de la Internet dedicada, comienza en el punto de interconexión con el proveedor mayorista. El operador de Internet puede facilitar la implementación de soluciones de seguridad en el core de la red o en el punto de entrega.
Esto incluye servicios gestionados de firewall de última generación (NGFW) y sistemas de detección de intrusos (IDS) que actúan antes de que el tráfico ingrese a la red local. Un enlace dedicado de Internet permite configurar un perímetro virtual más estricto y auditable. Esto garantiza que solo el tráfico legítimo, verificado y autenticado pueda ingresar o salir de la red corporativa a través de Internet. La conectividad segura es, por lo tanto, una función inherente y programable de la infraestructura de red.
Internet: Amenazas modernas que exigen mayor capacidad
Las amenazas cibernéticas han evolucionado drásticamente en sofisticación, persistencia y escala global. Los ataques de Denegación de Servicio Distribuido (DDoS) representan un reto significativo y creciente para cualquier infraestructura. Estos ataques buscan saturar el ancho de banda disponible con un tráfico masivo y malicioso generado por miles de dispositivos zombie, dejando a la empresa totalmente sin acceso a Internet y paralizando sus operaciones críticas. Dada la magnitud de los ataques actuales, que pueden superar fácilmente los terabits por segundo, la mitigación no puede depender únicamente del equipo local del cliente, ya que este sería saturado inmediatamente.
Estas amenazas que consumen gran ancho de banda exigen mitigación a nivel de infraestructura, mucho antes de que lleguen al punto de conexión del cliente. Una defensa efectiva requiere que el proveedor de Internet posea la capacidad de absorción y la inteligencia de red necesarias para identificar, clasificar y anular estas sobrecargas de tráfico. Solo una red troncal robusta, como la de un operador Tier 2, puede manejar estos flujos de datos nocivos sin colapsar, protegiendo así el acceso a Internet de sus clientes.
Internet: Mitigación de ataques DDoS y resiliencia de red
La defensa contra el DDoS debe ser distribuida, automática y altamente escalable para ser efectiva contra ataques modernos. El proveedor de Internet mayorista tiene la capacidad única y la infraestructura necesaria para mitigar un ataque DDoS masivo y coordinado antes de que llegue a las instalaciones del cliente. Esto se logra a través de sistemas de scrubbing y filtrado de tráfico ubicados estratégicamente en el backbone de la red Tier 2, en múltiples puntos de presencia. Esta resiliencia de red en el core es crucial para la continuidad operativa del negocio.
Al desviar, limpiar y filtrar el tráfico malicioso en el core de la red, la empresa puede mantener la disponibilidad de su servicio de Internet esencial. Una estrategia efectiva combina la capacidad de absorción del proveedor, que maneja el volumen del ataque, con soluciones de seguridad on-premise que gestionan los ataques a nivel de aplicación. Esto garantiza que el enlace de Internet permanezca funcional durante un ataque de gran magnitud, asegurando la supervivencia digital. La resiliencia de la Internet corporativa es el mejor seguro contra la inactividad y la pérdida de ingresos.
Internet: La importancia de la fibra oscura en la ciberseguridad
La soberanía total sobre la infraestructura de comunicaciones es un factor determinante para las organizaciones con los requisitos de seguridad más estrictos, como agencias de gobierno o bancos. La fibra oscura, un servicio donde el proveedor mayorista arrienda el cable de fibra física sin el equipo activo de transmisión, ofrece una solución de seguridad única y sin igual. Este modelo permite a las empresas y operadores (ISPs) implementar sus propios protocolos de cifrado, sus propios equipos ópticos y sus propias políticas de seguridad de red de extremo a extremo.
Esto garantiza una soberanía total y absoluta sobre el tráfico de Internet que pasa por ese cable, sin que el tráfico sea visible para el proveedor mayorista. El aislamiento completo del tráfico de Internet de la red pública compartida es una ventaja de seguridad significativa. La fibra oscura permite la creación de redes privadas virtuales altamente seguras y completamente controladas por el cliente. Esto es especialmente valorado por instituciones financieras, grandes datacenters y entidades gubernamentales que requieren el máximo control sobre su conectividad de Internet y un aislamiento físico total de su tráfico más sensible.

